La nueva ruta cafetera entre Myanmar y Europa

La industria del café de Myanmar ha experimentado un renacimiento en los últimos años, pero sólo una pequeña parte de su producción se exporta realmente fuera del país, y en su mayor a Europa a través de Suiza, donde se ha establecido una líniea de colaboración en la que están implicados desde productores a comercializadores.  El comercio de café entre Myanmar y Europa es reciente, y ha sido posible gracias a la compañía Nat Coffee.

Del café producido en Myanmar se ha oído hablar poco. La historia del café en este país del sudeste asiático se remonta a 1885, cuando se establecieron las primeras plantaciones por los misioneros británicos. La variedad arábica fue introducida en 1930, y aunque la producción comercial no despegó en estas primeras décadas, este origen ha despertado en los últimos año la atención de los importadores, también gracias al establecimiento de la Asociación del Café de Myanmar en 2014.

Hoy en día el 80% de la producción son los cafés arábica, cultivados principalmente en las regiones del estado de Shan, Chin y Mandalay. El café de especialidad de Myanmar proviene principalmente de Ywar Ngan (estado de Shan).

El importador
Nat Coffee es una empresa de nueva creación fundada por Nathalie Manac’h en diciembre de 2016. Nathalie tiene una amplia experiencia en relaciones internacionales, y anteriormente trabajó en el servicio diplomático en África Occidental. Por puro accidente descubrió plantas de café silvestres, lo que supuso un punto de inflexión en su carrera.

Nathalie se lanzó al mundo del café, marchó a Londres, el principal centro europeo del comercio del café, contactó con la Organización Internacional del Café (OIC), y poco después, se incorporó a una empresa global de comercio de café en Suiza. Su amistad con Priscilla Daniel, de DRWakefield, derivó en el proyecto Prisma Coffee.
Nathalie es la fundadora de Nat Coffee, el primer negocio suizo de importación de café exclusivo de Myanmar a Suiza y cofundadora de Prisma Coffee, la empresa que emprendió junto a Priscilla para desarrollar su cooperativa en Myanmar. Actualmente viaja entre Suiza, Myanmar y Londres, y nunca se cansa de descubrir nuevas variedades de café y ponerse en contacto con nuevos productores locales.

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