El café y el deporte

El café en la práctica deportiva ha sido siempre objeto de debate y diversos estudios parecen ratificar los beneficios de esta bebida para los atletas, pero vamos a tratar de desmenuzarlos. Todos ellos apuntan una mejora effectiva y significativa en el rendimiento deportivo tras su consumo de café, y ya es común que los preparadores físicos introduzcan el café en las dietas para deportistas.

Un reciente estudio del Journal of Applied Physiology confirma que tomar un café antes de una competición anima a competir con más energia porque la cafeína acelera el proceso mediante el cual los músculos transforman la grasa en potencia y además aumenta el sentido de alerta, que hace sentir la actividad como menos extenuante.

Este ha sido el ensayo más reciente, pero hay que retrotraerse a otras observaciones. Un estudio anerior efectuado en Japón analizó la repercusión del café en la circulación sanguínea, y tras medir el flujo sanguíneo de los dedos de las manos de aquéllos que consumían regularmente café, los investigadores descubrieron que éstos tuvieron un incremento del flujo sanguíneo del 30%, indispensable para el buen funcionamiento de los músculos.
Científicos de la Universidad de Illinois, por otra parte, han llegado a la conclusión de que eel consumo de dos o tres tazas de café una hora antes de realizar un ejercicio de alta intensidad reduce la percepción de dolor en el músculo. En disciplinas de fuerza o resistencia esta aportación es fundamental.
En un estudio que se llevó a cabo en animales, los científicos de la Universidad de Coventry descubrieron que la cafeína ayudaba a compensar la pérdida de masa muscular debido a la edad.
Este efecto protector se vio tanto en el diafragma, el principal músculo encargado de la respiración, como en el músculo encargado de movilizar nuestro esqueleto.
Los resultados indican que, con moderación, la cafeína puede ayudar a conservar nuestra salud y evitar así lesiones relacionadas con la edad.
Y aún otro estudio anterior publicado también en Journal of Applied Physiology concluyó que una pequeña cantidad de cafeína tras realizar ejercicio resulta beneficiosa para los entrenamientos diarios. El ensayo demostró que un consumo de cafeína asociado a carbohidratos mejora en un 66% el glucógeno que hay en el músculo cuatro horas después de un ejercicio intenso. El glucógeno muscular es la principal reserva de energía que contiene el músculo, por lo que un aumento en sus reservas indica mejor rendimiento.

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