Diseño y creatividad, un sello de distinción en las tazas

La taza que elegimos para beber el café no sólo puede convertirse en un elemento de distinción personal, sinó que la originalidad en establecimientos públicos puede crear un ambiente específico e influir directament en la cuenta de resultados, desde la premisa de que si todo el mundo tiene su taza preferida en casa, también puede tenerla en su cafetería habitual.

No faltan las experiencias relacionadas con el ingenio en los recipientes. La firma tostadora noruega Tim Wendelboe realizó en 2015 un encargo en este sentido a la diseñadora Kristin Hærnes Ihlen y el fabricante de porcelana Figgjo, de Oslo, que dio como resultado un juego blanco de tres tazas y una tetera. La intenció era cambiar la experiencia de beber café.

‘Tulip’, ‘Split’ y ‘Open’. Así bautizó la autora a sus tres tazas.  «Tulip» es de fondo ancho y boca estrecha. Dice que realza la dulzura de la taza, y extrae los sabores más profundos, adaptándose a un café de menor acidez. «Split» recuerda el cuerpo de una oruga. Su forma específica se adapta a los cafés con características brillantes y afrutadas, destacando la acidez y potenciando su aroma. «Open» se supone que mejora el aroma.

Dicen que la taza «Tulip» convierte cada café en una sensación increíblemente dulce, y su tacto convierte el recipiente en una pequeña fuente de calor para días fríos.

Otra experiencia más reciente es la de los tostadores suecos Koppi, que en noviembre de 2016 abrieron su nuevo bar espresso en Malmö, donde tratan de prestar atención a los detalles que resaltandiferencia. Al servir su café en hermosas tazas de porcelana hechas a mano,  elevan la experiencia a un nivel superior, apuntan. Emplean copas vidriadas de colores vivos hechas por Magdalena Kałużna, que desde hace un tiempo ha estado haciendo vajillas personalizadas para muchos otros cafés y restaurantes. Por ejemplo The Coffee Collective o 108, ambos en Copenhague. Las copas que ha hecho para Koppi están llevando la experiencia del café a un nuevo nivel. Todo está en los detalles, afirma Anne Lunell, copropietaria de Koppi.

En Londres el Bean pop-up café está utilizando la cerámica creada por el artista Ben Sutton  para servir su gama de cafés de comercio directo. Se trata de un esmalte gris que retiene el calor y hace el café más agradable. La copa tiene un borde profundo en la parte inferior de la pared, en sustitución de la oreja habitual de una taza. Ben Sutton tiene su taller de cerámica en East London, donde crea cerámica inspirada principalmente en el diseño escandinavo, con la simplicidad japonesa.

El café Haepinest, en la ciudad austríaca de Innsbruck, además de tener unas de las mejores vistas de los Alpes, dispone de las mejores, obra de Hana Karim, una diseñadora que creó expresamente una colorida colección de copas. Hana Karim, que creció en una familia de artistas, no sólo es diseñadora cerámica, también diseña joyas. Su cerámica se caracteriza por llevar color a la mesa,  una buena idea cuando se sirve café negro y comida sencilla.

Otro ejemple es del Kaffeekommune, en la ciudad alemana de Mainz, una experiencia comercial exitosa que sólo sirve café de filtro y café expresso con cafeteras AeroPress pero lo sirven en unas tazas de porcelana diseñadas específicamente para el establecimiento, creadas por Fritz Rossmann. Tienen un borde en la parte inferior de la copa, así como un punto gris y verde, características comunes en otros trabajos de Rossmann.

Así pues, resulta recomendable para el éxito de las cafeterías personalizar sus recipientes para proporcionar mejores experiencias a los clientes, como gesto de distinción, y como forma de aumentar los clientes y la facturación. Será cuestión de abandonar las tazas impersonales serigrafiadas con una marca comercial que ha tenido el detalla de regalarlas, e imprimir un sello de distinción.

 

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